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Seis estrategias para evitar la envidia en las Redes Sociales

Es un día como tantos otros. Como tienes algo de tiempo libre, decides abrir Facebook, Instagram, o alguna otra red social. Entonces la ves: una foto de una vieja amiga luciendo espectacular y presumiendo que salió de vacaciones a algún lugar exótico. Y te das cuenta de que no puedes evitar sentir un poco de envidia y que en tu mente comience una avalancha de pensamientos…

“Imposible que esté tan delgada y en forma”.
“¡Seguro que usó algún filtro para verse más joven!”
“¿De dónde habrá sacado el dinero para semejante viaje?”  

Más preocupante aún, es que esas preguntas podrían llevarte a realizar comparaciones que afecten tu autoestima:

“Ojalá me viera así”.
“Ojalá pudiera salir de viaje e irme de vacaciones”.
“Ojalá tuviera dinero para comprarme ropa tan linda”.

Si alguna vez te pasó algo similar, no estás sola. Lo cierto es que este tipo de reacciones son muy comunes y, generalmente, difíciles de evitar.

Estudios recientes demuestran que el uso indiscriminado de las redes sociales afecta negativamente el estado de ánimo de la mayoría de sus usuarios, pero especialmente el de las mujeres, generándoles ansiedad, depresión, y una mayor sensación de estar descontentas con su apariencia física.

En la actualidad, las redes sociales son parte de la vida cotidiana de la mayoría de las personas. Entonces, ¿cómo participamos activamente sin que nos afecten de una forma negativa?

A continuación te presentamos seis estrategias que pueden ayudarte a navegar el mundo virtual sin sucumbir ante la envidia o el desánimo. 

1. Ten un propósito.

Cuando tienes un propósito específico para usar las redes, es menos probable que pierdas el rumbo y te encuentres con alguna publicación que te tome desprevenida. 

¿Quieres responder a un mensaje? Escribe algo y desconéctate. ¿Quieres publicar una foto tuya o de tu familia? Publícala y desconéctate. ¿Tienes curiosidad por saber qué eventos hay en tu área o en tu comunidad? Búscalos y desconéctate. ¿Es el cumpleaños de algún amigo? Felicítalo y desconéctate.

En otras palabras: ten un propósito, sé intencional, y usa tu tiempo con sabiduría.

Anden sabiamente con los de afuera, aprovechando al máximo cada momento. Colosenses 4:5, NVI

2. Establece un límite de tiempo.

Seguramente no estarías celosa de los logros de un buen amigo o familiar; al contrario, te sentirías feliz por ellos. Pero cuanto más tiempo permanezcas en las redes  sin rumbo fijo, más probable es que veas algo de lo que te podrías sentir envidiosa, o que encuentres publicaciones al azar de personas que no conoces bien que te generen inseguridad.

Por eso es importante que establezcas un límite del tiempo que pasas conactada, tal vez usando una alarma en tu teléfono o reloj. De lo contrario, verás cómo los minutos se te van de las manos, dejándote con la sensación de que desperdiciaste tu tiempo.

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Eclesiastés 3:1, NBLA

 3. Rodéate de buenos amigos e influencias.

Generalmente tendemos a adoptar las características de las personas con las que pasamos más tiempo. ¿Realmente quieres ser como las personas con las que estás “pasando el rato” en las redes sociales?

Si esos personajes o páginas son negativos, despectivos o inapropiados, podrías contagiarte de esa forma de pensar. Pero por otro lado, si sigues a personas o páginas con contenido alentador y edificante (como Club 700 Hoy), o que comparten grandes ideas y dejan comentarios positivos, te sentirás animado e inspirado.

Los justos dan buenos consejos a sus amigos; los perversos los llevan por mal camino.
Proverbios 12:26, NTV

4. Recuerda tus bendiciones.

Si sientes envidia al ver la publicación de alguien, contrarresta ese sentimiento con gratitud. Siempre es posible encontrar algo positivo, aun en medio de circunstancias difíciles.

Sin importar nuestra situación, todos tenemos algo por lo que podemos estar agradecidos. Verás que al hacerlo tu enfoque cambiará y tu estado de ánimo será más positivo. Un corazón agradecido nos ayuda a disfrutar mejor de la vida.

Como decía Hellen Keller, una mujer que perdió la vista y el oído, y así y todo decidió vivir con gratitud: «Tantas cosas me han sido dadas, que no tengo tiempo de pensar en las que me han sido negadas». 

En todo den gracias, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
1 Tesalonicenses 5:18, NVI

5. No te obsesiones con “likes” o comentarios.

La validación de otros en redes sociales no determina tu verdadero valor. Por eso, actúa con sabiduría, publica lo que quieras compartir, y no te obsesiones con la respuesta de los demás. Las redes son para conectar, no para medir cuánto vales.

No dejes que nadie equipare tu valor con tu apariencia exterior, con el estándar de la sociedad, con la cantidad de “likes” que recibas, o con lo que otros digan de ti. Tu valor es intrínseco y personal; y si entregaste tu vida al Señor, tu valor está asociado a Aquel a quien perteneces.

 Me importa muy poco lo que piensen de mí, y aún menos dónde me coloque en la opinión popular. […] Las comparaciones en estos asuntos son inútiles. 1 Corintios 4:1, MSG

6. Recuerda que eres preciosa ante los ojos de Dios.

No te compares con los demás.  Tú eres preciosa ante los ojos de Dios ¡Tienes un valor incalculable! Tanto así, que su propio Hijo estuvo dispuesto a pagar con su vida para llamarte suya.

Si usas las redes sociales, piensa en ellas como una forma de compartir tus pensamientos o lo que estás haciendo con las personas que más te importan; no para medir tu valor. 

“La belleza no depende de las apariencias, sino de lo que hay en el corazón. […] Esta belleza nunca desaparece, y es muy valiosa delante de Dios”. 1 Pedro 3:4

 

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