Cuando el huracán Fiona azotó la isla de Puerto Rico, vientos de alta velocidad e inundaciones catastróficas dañaron hogares, destruyeron caminos, y dejaron a miles sin electricidad ni alimentos.
Desde el inicio de esta situación, Operación Bendición (OB) desplegó su Equipo de Ayuda en Casos de Desastre para asistir a los residentes después del paso del huracán. El equipo partió desde nuestra sede central en los Estados Unidos hasta la isla, llevando docenas de lámparas solares portátiles, suministros, y otros equipos de ayuda.
Una vez allí, los miembros de OB se unieron de inmediato a organizaciones locales, y comenzaron a distribuir suministros de emergencia.
Lilian Doval Estepa es la directora de un centro de ayuda social sin fines de lucro en la población de Puerto Nuevo, al oeste de San Juan; un lugar conocido por sus hermosas playas y atracciones turísticas, pero que ahora también está lidiando con las consecuencias de este huracán.
Desde que pasó la tormenta, Lilian y su equipo han estado trabajando incansablemente para ayudar a las personas en su comunidad, sirviendo cientos de comidas cada día.
«La gente aquí no tiene cómo cocinar, porque no tienen agua y no tienen electricidad», nos contó. «Antes de que llegara Operación Bendición, estábamos pidiendo donaciones y casi yendo casa por casa, pidiendo a la gente que ayudara».
Pero gracias al generoso apoyo de personas como tú, el centro fue equipado con una gran cantidad de comestibles, artículos de limpieza y otros suministros esenciales, que los mantienen en funcionamiento completo. Ahora, las familias en esta área tienen acceso a comidas calientes, mientras se recuperan de los estragos que dejó la tormenta.
«Lo estábamos intentando, pero no teníamos suficiente. Pero ahora que ustedes llegaron, tenemos comida», dijo Lilian. «Es lo máximo que puedes hacer, porque cuando alimentas a una persona, le das amor. Y la persona siente ese amor».
Actualmente, Operación Bendición continúa trabajando en establecer diversas maneras de satisfacer otras necesidades críticas, y permanecerán en el área para seguir participando activamente, brindando ayuda y esperanza a través del amor tangible de Dios.
Lilian y su equipo expresaron su gratitud por la ayuda recibida, lo que les permite continuar sirviendo a las personas en necesidad. «Les enviamos muchas bendiciones y oramos a Dios para que les bendiga aún más», nos dijo, agradecida. «¡Bendecimos a todos los que nos ayudan!».
Esto no sería posible sin el apoyo de amigos como tú.
¡Tú puedes hacer un regalo especial para ayudar a las víctimas del huracán ahora mismo!
En agradecimiento, te enviaremos una copia del DVD “Escrito en Piedra, Jesús de Nazaret“.
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“La persona generosa será prosperada, y el que sacia a otros también será saciado”.
(Proverbios 11:25)