Dona ahora

Qué hacer si tu pareja te hace perder la paciencia

«Cuando pasa algo que me molesta actúo impulsivamente con mi esposo, y generalmente me siento mal después de lo que dije o hice».

«Por mucho que trato de ser considerado con mi esposa, muchas veces reacciono mal con ella».

Frases como estas se pueden escuchar aún en los matrimonios donde existe el amor.

¿Te puedes identificar con esto? ¿Has mandado alguna vez un texto cuando estabas enojado(a) del que luego te arrepientes? ¿Has expresado tus pensamientos a tu cónyuge bruscamente, con la justificación de que simplemente estabas “diciendo la verdad”, y tuviste que arrepentirte después de haber causado daño y herido sus sentimientos?

Lamentablemente, es muy común perder los estribos cuando te enfrentas a una situación desafiante. Tal vez te hayas encontrado con sentimientos negativos y abriste la boca antes de que tu cerebro se ponga en marcha. Te sientes abrumado con esas emociones inquietantes y dices cosas de las que luego te arrepientes.

Si es así, no estás solo. Pero eso no significa que deberías dejar las cosas como están, sino que es importante hacer lo posible por alcanzar la armonía en tu hogar, y decidir tratar a tu cónyuge con el mismo amor y paciencia que recibimos de Dios cada día.

Para ayudarte, te presentamos cinco sugerencias para que sepas qué hacer si tu pareja te hace perder la paciencia, y qué dice la Biblia al respecto.

  1. Toma todo con más calma.

Parece sencillo, pero la primera y más poderosa herramienta para que puedas lidiar con las reacciones emocionales, es tomar todo con más calma. Una escalada de emoción típicamente trae consigo una escalada de conflicto. Entonces, no te precipites, ten calma y ¡piensa!

La Escritura nos dice “Mis queridos hermanos, pongan atención: Todos ustedes deben estar listos para escuchar, pero deben ser lentos para hablar y para enojarse” (Santiago 1:19 NBV). Esto requiere de una decisión de tu parte cada vez que se presente un conflicto, pero una vez que lo practiques, puede ser un antídoto muy poderoso para reducir las reacciones emocionales.

  1. Pídele a tu pareja que te ayude a entender la situación.

Muchas veces, las peleas o discusiones se generan por malentendidos. Pedirle a tu pareja que te ayude a entender lo que está pasando no solo te permite tomar las cosas con más calma, sino que activa otra parte de tu cerebro: en lugar de reaccionar, estarás escuchando activamente.

Buscar comprensión también envía una señal a tu pareja de que no estás buscando un conflicto, sino que buscas una conexión.

  1. Empatiza y valida la experiencia de tu cónyuge.

Si bien buscar entendimiento es un poderoso antídoto contra el conflicto, empatizar con esos razonamientos y validar la experiencia de tu pareja crea un vínculo poderoso. Este proceso unirá tu corazón al de tu esposo o esposa, y probablemente también despertará compasión de su parte hacia ti.

La Biblia nos dice: “Las personas sensatas no pierden los estribos; se ganan el respeto pasando por alto las ofensas” (Proverbios 19:11, NTV).

  1. Ponte de acuerdo para hablar sobre tus sentimientos.

No solo los tuyos, sino también es importante escuchar los sentimientos de tu pareja.

Sin embargo, tratar de compartir cómo nos sentimos cuando estamos en el medio de una discusión rara vez es productivo. La mayoría de las veces esto solo conducirá a una escalada negativa de sentimientos.

Trata de controlar tu reacción y pídele a tu cónyuge que hablen sobre la situación cuando ambos estén más tranquilos. ¡Vas a poder pensar con más claridad cuando te hayas calmado! Después, traten de encontrar un tiempo y un lugar tranquilos para atender verdaderamente lo que tienen que decirse el uno al otro.

Recuerda que “la respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego”. (Proverbios 15:1) y que “lo más importante de todo es que sigan demostrando profundo amor unos a otros, porque el amor cubre gran cantidad de pecados” (1 Pedro 4:8).

  1. No pierdas la esperanza.

Dios no se equivocó al crear el matrimonio. Él conoce tu frustración, tu soledad, tu angustia, tus luchas, tus problemas familiares y quiere ayudarte a vencerlos. Él tiene un plan para tu vida y tu familia. El poder que necesitas para cambiar tu situación sólo te lo puede dar Dios.

Seguramente tu cónyuge necesita cambiar cosas en su vida, pero no lo hará bajo tu presión y tu insistencia. Piensa qué actitudes y acciones tuyas podrían ayudar a la actual situación y esfuérzate para realizarlas. Elimina las quejas constantes y la crítica de tu vocabulario; lo único que logras es empeorar las cosas.

Expresa tu amor en los pequeños detalles y no pierdas la esperanza. Todo cambio comienza con uno mismo. 

 

 

  • This field is for validation purposes and should be left unchanged.

Recursos y ministerios relacionados