¿Por qué celebramos el Mes de la Herencia Hispana? Por si no lo sabías, lo que actualmente se conoce en los Estados Unidos como el “Mes de la Herencia Hispana” es un período que comienza el 15 de septiembre y termina el 15 de octubre, el cual tiene el propósito de celebrar la rica cultura y herencia histórica de nuestra comunidad.
Además, estas fechas reconocen y celebran las contribuciones de aquellos estadounidenses que tienen sus raíces en España, México, América Central, América del Sur y las naciones hispanohablantes del Caribe que hoy forman parte de la sociedad y la cultura de los Estados Unidos.
Como cristianos, cuando celebramos juntos este mes, no solo deberíamos disfrutar sanamente de nuestra vasta herencia histórica y cultural. También, podemos aprovechar esta oportunidad para hacerle saber al mundo que nos rodea que Dios es más que poderoso para hacer que tantas culturas diferentes puedan unirse bajo el Evangelio de la reconciliación.
Haciendo un poco de historia, lo que conocemos hoy como el Mes de la Herencia Hispana en realidad comenzó en 1968 cuando el Congreso estadounidense autorizó al presidente a emitir una proclamación anual designando la “Semana Nacional de la Herencia Hispana”.
En 1974, el entonces presidente Gerald R. Ford proclamó la semana del 10 al 16 de septiembre. Y, solo dos décadas después, el Congreso extendió dicha conmemoración para ser observada durante un mes, desde el 15 de septiembre al 15 de octubre.
El Mes de la Herencia Hispana comienza el 15 de septiembre, un día históricamente significativo que marca el aniversario de la independencia de cinco países latinoamericanos: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Además, México y Chile celebran sus días de la independencia el 16 de septiembre y el 18 de septiembre, respectivamente. Así, la celebración continúa hasta mediados de octubre para conmemorar “El Día de la Raza”, el 12 de octubre.
En este día se honra a las diferentes culturas, lenguajes, tradiciones y razas que están entretejidas en la historia de México, el Caribe, Centroamérica y Sudamérica. Estas razas incluyen a los nativos americanos, como los aztecas, mayas e incas; a las personas de origen africano; y a los pueblos europeos, como el español, portugués y francés.
Hoy en día, según los datos más recientes del censo, la población hispana en los Estados Unidos rebasa los 62 millones, aunque según estadísticas faltaron de ser contados casi un 5%. A partir del 1 de julio de 2019, la población hispana de Estados Unidos es la mayor minoría étnica o racial del país y constituyen el 18.5% de la población total del país.
Además, se proyecta que para el 1 de julio de 2050 será de 132.8 millones, lo que significa que los hispanos constituirán el 24% de la población total de la nación en esa fecha.
Sin importar nuestro país de proveniencia, lo cierto es que el Mes de la Herencia Hispana nos brinda la oportunidad de abrir nuestros hogares, y lugares de reunión, para que otros hispanos puedan participar con nosotros de la convivencia, y así conozcan a través de nuestros hechos y testimonio que Dios también tiene un plan para su vida.
Celebremos entonces con ellos, y con la familia de fe, nuestra unidad en medio de nuestra diversidad étnica y cultural.
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