¿Crees que vale la pena vivir con integridad en un mundo que parece recompensar la corrupción? A veces, la tentación de hacer algo deshonesto puede ser fuerte, y todos enfrentamos momentos en los que tenemos que decidir entre hacer lo correcto o tomar el camino fácil.
Tal vez te sientas desalentado cuando ves a otras personas que parecen progresar y salir adelante engañando, manipulando o haciendo trampa.
Pero la Palabra de Dios nos recuerda en el Salmo 37 que ellos son como la hierba: florecen por un momento y luego se marchitan. En cambio, quienes confían en el Señor y viven con integridad verán Su provisión en cada área de su vida. Dios conoce tus necesidades y nunca te dejará desamparado.
Por eso, te sugerimos examinarte a ti mismo y sacar tus conclusiones personales; es bueno de vez en cuando ser introspectivos y decidir cambiar lo que está fuera de curso.
Trabaja para lograr que el centro de tus decisiones tome fundamento en algo que sea inamovible, comprobado y demostrado; es decir, en principios y no en percepciones. Recuerda que las percepciones cambian, pero los principios permanecen.
Justamente, Roberto nos habla al respectoen esta breve pero profunda reflexión, y revela una poderosa promesa que Dios tiene para ti.
Descubre cómo superar la tentación y experimentar la paz que solo una conciencia tranquila puede brindar… porque, al fin y al cabo, hay cosas que satisfacen mucho más que lo material.
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