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Operación Bendición: Llevando esperanza a la frontera

Las fronteras que dividen algunos países continúan siendo áreas en las cuales millares de personas se congregan en busca de un mejor futuro, y donde Operación Bendición también se hace presente para ayudar a los inmigrantes, llevando algunos suministros básicos pero cruciales, como agua limpia, comida y asistencia médica.

El borde entre Venezuela y Colombia no es la excepción. Roberto Torres-Cedillo, presentador de Club 700 Hoy, tuvo la oportunidad de visitar en persona una región de la ciudad de Cúcuta, a donde miles de personas -muchos de ellos niños y familias vulnerables- llegan para tratar de escapar de la crisis en sus lugares de origen.

Familias en crisis

Roberto cuenta cuán difícil fue ver de cerca a familias enteras que pasaban hambre y dormían a la intemperie; niños enfermos o deshidratados, exhaustos por la travesía, y muchas otras situaciones capaces de despertar profundos sentimientos de compasión.

Recuerda vívidamente el área donde el equipo de Operación Bendición asentó uno de sus campamentos de trabajo: las orillas de un sucio riachuelo lleno de insectos y que olía mal debido a la contaminación del agua.

Rápidamente, los ingenieros y voluntarios del grupo montaron un sistema de alta filtración, para que los viajeros que habían estado caminando en la carretera por días pudieran tener acceso a una de las necesidades más básicas: agua potable.

Un niño llamado Emanuel

Mientras los expertos continuaban ajustando las maquinarias, Roberto se acercó a varios niños que se encontraban alrededor. Un niño en particular se aproximó a él, muy cordial y sociable, y en medio de la conversación, cuál sería su sorpresa al conocer que el nombre del pequeño era Emanuel. Le preguntó si conocía el significado de su nombre.

«No, no lo sé». Le dijo el muchachito, interesado en la respuesta.

«Tu nombre quiere decir “Dios con nosotros”», respondió Roberto.

Y, en ese momento, se dio cuenta de que Dios le dio la sabiduría para poder llevar esperanza y hablar a ese niño de una manera que le llegara al corazón.

Mirándolo a los ojos, le dijo: «¿Sabes qué, Emanuel? No sé por todo lo que has pasado. Me imagino que ha sido muy difícil. Pero quiero que sepas que Jesús nunca te va a dejar y que tú puedes orar y hablar con Él. Y cuando lo haces, Él te escucha. No olvides que Dios está contigo en medio de todo este sufrimiento».

El niño sonrió. Pero ese momento íntimo y personal no solo se quedó en palabras: tan pronto terminó la conversación, el pequeño miró a su alrededor y pudo ver con alegría todo el trabajo que el equipo de Operación Bendición estaba haciendo por él, por su familia, y por todas las personas necesitadas en la región. Pudo ver la compasión de Dios en acción, el amor tangible de su Padre, a través del trabajo de sus hijos.

Huellas de amor

Esta fue sin duda una experiencia inolvidable para Roberto, y de igual manera, para todos los voluntarios y miembros de Operación Bendición, quienes dejan huellas de amor en aquellos que reciben ayuda.

Lo cierto es que no todos podemos ir en persona a lugares remotos, pero todos podemos apoyar obras como ésta y enviar a otros en el nombre del Señor. La Palabra de Dios dice que hay más bendición en dar que en recibir, y esperamos que tú también participes de ese gozo y satisfacción que provienen de un corazón generoso. Forma parte de esta obra que continúa tocando la vida de miles de personas, como la de Emanuel, ese inocente niño en la frontera de Colombia y Venezuela.

Llámanos ahora mismo al 1-800-700-2582, o presiona aquí para unirte a la familia de Club 700 Hoy. No importa la cantidad de tu donación. Si todos damos un primer paso y juntamos nuestros esfuerzos, podemos cambiar el destino eterno de un niño, de una familia o de una comunidad.
¡Juntos podemos brindar esperanza y un mejor futuro con el amor tangible de Dios!

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