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Cómo evitar problemas con tus suegros durante las fiestas de fin de año

A medida que nos acercamos a las fiestas de fin de año los asuntos familiares son el centro de atención, y uno de los temas más discutidos es el de los suegros. ¿Cómo evitar tensiones durante esta temporada y llevar las cosas en paz entre ellos y nuestra propia familia?

Te guste o no, los suegros son parte de tu vida, y entablar una buena relación con ellos es vital porque estás casada con su hijo o hija, quien sigue siendo importante para ellos. Además, como abuelos, ellos serán una voz de influencia en la vida de tus propios hijos.

En realidad, no todos cuentan con la bendición de tener buenos suegros. Un problema que podrías sentir es que debes competir con tus suegros por el tiempo y la atención de tu cónyuge, y esto es especialmente cierto durante los primeros años de tu matrimonio. Por lo tanto, establecer un equilibrio es clave para lograr un matrimonio saludable.

En algunos casos, si somos honestos, los suegros pueden ser entrometidos y metiches, aunque ellos piensen que su intrusión es una demostración de amor y cuidado. Algunos podrían tener dificultades para dejar a un lado su papel de padres, y su hijo adulto (tu cónyuge) podría tener problemas para establecer su independencia.

O también, podrían inmisuirse en tus decisiones como padre o madre, o comprar algunos regalos para tus hijos con los que tú no estés de acuerdo, sin haberte consultado antes, como una mascota o videojuegos.

El otro extremo es poner demasiada distancia. Algunos padres podrían separarse emocional o físicamente de sus hijos adultos cuando se casan. Demasiada distancia también puede crear problemas, provocando una pérdida de apoyo, falta de cuidado y una limitada participación familiar.

Por eso, a continuación te presentamos algunos consejos de la Dra. Linda Mintle, terapeuta, escritora y colaboradora de CBN, para ayudarte a tratar a tus suegros de una manera positiva y lograr armonía en tu hogar, especialmente en estas fiestas de fin de año.

1. Reconoce las diferencias en cada cultura familiar

Nuestra cultura y educación juegan un papel importante en la forma en que abordamos nuestro matrimonio. Por lo tanto, reconoce los aspectos culturales de la crianza de tu cónyuge.

Una de mis pacientes lo manejó de esta manera: en su crianza, las mujeres cocinaban y limpiaban todo a la hora de comer. Entonces, cuando compartían una comida con sus padres, su esposo se mantenía al margen y respetaba esta dinámica cultural. Sin embargo, cuando sus padres no estaban presentes, el esposo honraba a su esposa ayudándola.

La pareja decidió ser culturalmente sensible con la familia y, no obstante, estableció su propio conjunto de expectativas en su matrimonio.

2. Desarrolla “palabras en código”

Mi esposo y yo tenemos una buena relación con los padres de cada uno, pero aun así, todavía hay momentos en los que los padres de ambos nos desafían. Cuando ocurren esos momentos, tenemos palabras en código o ciertas miradas que nos indican una determinada estrategia. Seguimos siendo respetuosos, pero también sabemos cuándo debemos cambiar la conversación, quedarnos callados o reafirmarnos uno al otro.

El punto es tener esas conversaciones en pareja para saber de antemano cuáles son esos puntos que podrían ocasionar problemas y cómo los vamos a manejar.

3. No critiques la relación de tu cónyuge con sus padres

Si lo haces, provocarás que tu cónyuge se ponga a la defensiva. Trata de entender mejor su sistema cultural familiar y por qué las personas de su familia se comportan de la manera en que lo hacen. Profundiza en su historial y sus experiencias de vida. Hacer esto creará empatía y compasión.

4. Establece reglas básicas 

No esperes a que ocurra un problema. Con anticipación, habla con tu cónyuge sobre cómo van a manejar a sus familiares como pareja. Por ejemplo, ¿tus problemas matrimoniales deben ser privados, o pueden discutirse con los padres? ¿Cuánto tiempo vas a pasar con los suegros? Si hay un problema con ellos, ¿lo va a enfrentar tu cónyuge?

5. Pasa tiempo con tus suegros 

No hay mejor manera de conocer realmente a alguien que pasar tiempo con esa persona. Averigua qué es lo que disfrutan tus suegros y hagan actividades juntos. Crea experiencias positivas para que, cuando las cosas se pongan difíciles, puedas tener manera de aprovechar esas experiencias positivas.

6. Descubre las áreas de interés común

¿Cuáles son las áreas en las que coinciden? ¿En qué puedes estar de acuerdo con ellos? Sobreedifica sobre ese terreno común y concéntrate en los aspectos positivos. Un enfoque negativo a menudo trae sentimientos negativos; sé agradecido por las cosas buenas, perdona generosamente y extiende gracia. Tu familia te lo agradecerá, y podrás crear memorias y experiencias positivas que llenarán tu corazón.

 

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