Es invierno, y para la mayoría de las personas que viven en el hemisferio norte, es una estación que se caracteriza por días fríos y nublados. Tal vez cada mañana te cuesta levantarte de la cama, te es difícil encontrar motivación para hacer las cosas, y solo quieres recostarte y dormir.
Si ese es tu caso, o el de alguien de tu familia, podría ser que se trate de depresión invernal.
Según estadísticas, durante los meses de invierno aproximadamente el 20% de las personas tienen que lidiar algunos días a la semana con sentimientos de tristeza. Sin embargo, en algunos casos, esa tristeza puede llegar a convertirse en un tipo de depresión que afecta sus vidas de una forma negativa y difícil de superar.
Esta depresión es llamada Trastorno Afectivo Estacional o SAD (Seasonal Affective Disorder, por sus siglas en inglés), y aunque a veces se inicia en otoño, llega a alcanzar su punto máximo en el invierno.
Lo bueno es que, con este tipo de patrón de depresión invernal, las personas se sienten mejor cuando llega la primavera. Pero lo cierto es que a veces es difícil lidiar día a día con esos sentimientos opresivos, mientras esperamos que las temperaturas vuelvan a ser agradables y podamos disfrutar de actividades diarias al aire libre.
Para ayudarte, a continuación te ofrecemos algunos consejos prácticos que recomiendan los expertos.
1. Abre tus cortinas y deja que la luz entre en tu hogar o en tu oficina.
2. No uses gafas oscuras de sol todo el tiempo.
3. Sal de tu casa para dar un paseo. Y si hace frío… ¡Abrígate y toma un rico chocolate caliente al volver a casa!
4. Haz algún tipo de ejercicio, aunque sea algo básico o por cortos periodos de tiempo.
5. Trata de comer una dieta saludable y evitar el exceso de carbohidratos, o de comidas fritas y azucaradas.
6. Haz actividades al aire libre que te permitan estar expuesto a la luz natural.
7. Considera usar luces inteligentes que se encienden gradualmente para simular el amanecer, o una “caja de luz” que emula la luz del sol.
8. Procura hacerte un examen médico para que puedas recibir un diagnóstico adecuado; los síntomas del SAD pueden confundirse con otros problemas de salud.
9. Si todavía te sientes deprimido después de probar estas cosas, consulta a un profesional de la salud para que puedas recibir un tratamiento para la depresión de una manera más convencional, ya sea a través de terapias o de medicamentos.
10. Tenemos un último consejo; tal vez el más importante: Si bien es una buena idea intentar lidiar con la depresión de invierno de diversas maneras, como cuidar nuestra alimentación, hacer ejercicio, consultar a un profesional de salud, y exponernos a la luz del sol, es más importante aún que hagas lo posible por permanecer también en la “luz espiritual”.
En otras palabras: pasa tiempo con Dios cada día y medita en Su palabra y en Sus promesas. Recuerda que Él es tu amparo, tu fortaleza y tu pronta ayuda en medio de los problemas.
Como dice el Salmo 27:1: El Señor es mi luz y mi salvación; ¿A quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿De quién tendré temor?
Dios te ama y quiere consolar tu corazón. Él te sostendrá hasta que veas al futuro con ojos de esperanza.