“Oren por la paz de Jerusalén; que todos los que aman a esta ciudad prosperen. Oh Jerusalén, que haya paz dentro de tus murallas y prosperidad en tus palacios. Por amor a mi familia y a mis amigos, diré: «Que tengas paz».” –Salmos 122:6-8 NTV
Los conflictos en Israel han persistido durante siglos, pero los terribles ataques perpetrados durante los últimos días continúan causando un sufrimiento inimaginable a sus habitantes, y provocando un profundo dolor en los corazones de millares de personas alrededor del mundo.
En medio de la violencia y la incertidumbre, es esencial recordar el poder de la oración y elevar nuestras voces y corazones por la paz en Israel, pidiendo a Dios que intervenga en los conflictos y ataques que afectan a esa región y a sus habitantes.
En momentos de conflicto, el sufrimiento puede parecer abrumador. Sin embargo, recordemos las palabras de Jesús en Juan 14:27 (NBLA): “La paz les dejo, Mi paz les doy; no se la doy a ustedes como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo”. Estas palabras nos recuerdan que la paz que Dios nos ofrece va más allá de nuestras circunstancias.
A medida que oramos por la paz en Israel, también podemos encontrar consuelo en el hecho de que Dios está con nosotros en medio de las pruebas. Él es nuestro refugio y nuestra fortaleza, y su amor y cuidado son inquebrantables.
Que la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento llene nuestros corazones y guíe nuestros esfuerzos, así como el de las personas afectadas directamente por este conflicto, mientras continuamos orando por la paz en Israel.