La verdadera esperanza es como un ancla para nuestras almas, que nos ayuda a permanecer firmes aún en medio de las tormentas de la vida. Esta esperanza únicamente se encuentra en Dios; en su bondad y fiel promesa de Su amor y fidelidad.
La Biblia nos presenta muchas facetas sobre este importante tema. Por eso, a continuación te presentamos 15 versículos que te ayudarán a reflexionar, para que tu corazón reciba esa esperanza eterna que solo Dios puede dar.
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Romanos 15:13, NVI
Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, Pues de Él viene mi esperanza.
Salmo 62:5, NBLA
Y su nombre [Jesús] será la esperanza de todo el mundo.
Mateo 12:21, NTV
Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes, declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza.
Jeremías 29:11, NBLA
A los que tienen riquezas de esta vida, mándales que no sean orgullosos ni pongan su esperanza en sus riquezas, porque las riquezas no son seguras. Antes bien, que pongan su esperanza en Dios, el cual nos da todas las cosas con abundancia y para nuestro provecho.
1 Timoteo 6:17, DHH
Porque en esperanza hemos sido salvados, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
Romanos 8:24-25, NBLA
¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva.
1 Pedro 1:3, NVI
Pero los que esperan en el Señor Renovarán sus fuerzas. Se remontarán con alas como las águilas, Correrán y no se cansarán, Caminarán y no se fatigarán.
Isaías 40:31, NBLA
Esta esperanza es un ancla firme y confiable para el alma; nos conduce a través de la cortina al santuario interior de Dios.
Hebreos 6:19, NTV
También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.
Romanos 5:2-5, NVI
Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.
Hebreos 10:23, NTV
El Señor se deleita en los que le temen, en los que ponen su esperanza en su amor inagotable.
Salmo 147:11, NTV
Y nuestra esperanza respecto de ustedes está firmemente establecida, sabiendo que como son copartícipes de los sufrimientos, así también lo son de la consolación.
2 Corintios 1:7, NBLA
Tenemos la plena confianza de que, al participar ustedes de nuestros sufrimientos, también tendrán parte del consuelo que Dios nos da.
2 Corintios 1:7, NTV
Hermanos, no queremos que ignoren lo que pasa con los que mueren, para que no se pongan tristes como esos otros que no tienen esperanza.
1 Tesalonicenses 4:13, NBV
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