Sandro Luna aprendió desde niño a ejecutar actos de maldad contra su prójimo, robaba y eventualmente cometió asesinatos que lo llevaron a la cárcel, sin embargo, los consejeros de Club 700 Hoy le visitaron y aceptó a Cristo en su corazón.
Sandro Luna aprendió desde niño a ejecutar actos de maldad contra su prójimo, robaba y eventualmente cometió asesinatos que lo llevaron a la cárcel, sin embargo, los consejeros de Club 700 Hoy le visitaron y aceptó a Cristo en su corazón.